A continuación
se analizan las diferentes políticas:
Apoyo a la
economía popular: la política de impulso de la economía popular gira en torno a
estimular las inversiones productivas que generen empleo, promover la industria
y servicios que generen valor agregado, impulsar la creación de Empresa de
Servicios Públicos de Bogotá (EPB).
Si bien estas políticas son positivas,
se presentan como principios inspiradores del programa de Gustavo Petro, no
especificando que acciones u omisiones realizará para cumplir en un plazo de
tiempo determinado los principios inspiradores.
Democratización al acceso al crédito mediante la creación de
un banco público, de este modo, Gustavo Petro quiere evitar que las familias
con escasos recursos y sin requisitos como codeudores y formalismo de sus
ingresos accedan al crédito.
Esta afirmación
puede generar un déficit enorme a las cuentas de Bogotá, actualmente existe
planes de acceso al crédito para empresarios jóvenes, con el objetivo de
estimular el autoempleo y la generación de negocios que dinamicen la economía.
No obstante un banco público para
personas con alto riesgo crediticio, generaría un índice de morosidad a corto
plazo en la entidad creada, teniendo que intervenir el fisco público para su
recapitalización.
Recuperación del
centro con viviendas de interés social y
prioritario VIS, para ello Gustavo Petro creará un Fondo de Revitalización
Urbana donde incorporarán suelos a VIS y VIP, articulando inversión de
servicios públicos, infraestructura y
equipamiento para los proyectos.
Desde el punto
de vista económico, esta estrategia debe proyectarse a largo plazo como
consecuencia de la alta inversión. Nos parece muy positiva aunque difícil de
cumplir, las VIP ha presentado una gran problemática en la ciudad de Bogotá que
deberá solucionar Gustavo. Además el acceso de vivienda más barata para las
familias con menores ingresos, se debe articular con la alianza de
constructoras privada, generando un negocio sostenible. De otra forma, la
política será demasiado onerosa para la capacidad económica de Bogotá y los
recursos disponibles.
Manejo de los
bordes urbanísticos de la ciudad: Gustavo Petro traza una política de limitar
los bordes de la ciudad, respetando la reserva natural, con el objetivo de
revitalizar la urbe, controlando las explotaciones mineras y ubicación de las
zonas industriales.
Esta política de control de los bordes
urbanísticos nos parece acertada, puede suponer un refuerzo de las actividades
económicas de Bogotá a la parea que se
controlan aspectos como la contaminación. No obstante, no se aprecia el método
para conseguirá este control, de igual forma, los recursos necesarios se
presentan como elevados, y pueden tener un impacto negativo en la economía si
no se desarrollar un proyecto planificado de reubicación.
De igual forma, es necesario que se
desarrolle esta política de control de los bordes, para que Bogotá crezca de
forma organizada.
Crear el Área
Metropolitana: impulsar el Área Metropolitana con el fin de aumentar el
desarrollo humano de la zona. En este sentido, Gustavo Petro quiere crear de
acuerdo con la Ley 1454 del 2011 el AMDH (Área Metropolitana de Desarrollo
Humano) reuniendo el Consejo de Bogotá y los municipios de la Sabana. El AMDH
tendrá los siguientes objetivos:
Desarrollo
humano sostenible
Adaptación
a la variabilidad
Cambio
climático
Seguridad
alimentaria regional
Protección
del sistema hídrico
Convergencia
de los niveles de desarrollo
Esta política a
nuestro parecer, resulta de las más interesantes de la candidatura de Gustavo
Petro, por su viabilidad política, jurídica y económica. La creación de un Área
Metropolitana conllevará mejoras en el crecimiento económico y urbano de los
diferentes municipios.
La interrelación
de los diferentes municipios fermentará el comercio entre municipios, con la
creación de empleo y aumento de la calidad, lo cual genera el desarrollo humano
de la zona.
Recuperación de
la movilidad en las arterias vitales de la ciudad: Para realizar esta
política Gustavo Petro se propone los
siguientes objetivos:
Terminación
de la red de Transmilenio, con la realización de troncales exclusivas para el
transporte público, es decir, las arterias de la ciudad.
Estudio
para la creación del sistema Metro Cable, enlazando portales del Tunal, 20 de
Julio y Sur con los barrios más pobres
de la ciudad como Juan Rey y Ciudad Bolívar.
Iniciar
la primera línea de Metro.
Reducción
de los costos de transporte público, estableciendo tarifas con subsidios para
la población vulnerable.
Retirada
del pico y placa de forma gradual
Ampliar
la red de ciclo rutas y acceso de bicicletas.
Democratizar
el sistema de transporte.
Es evidente que
Bogotá vive un problema de movilidad que puede desencadenar en el colapso de la
ciudad, no obstante, Gustavo propone un cambio muy ambicioso que escapa a las
posibilidades financieras de la ciudad, lo que generaría un endeudamiento
insostenible a largo plazo.
En este punto se
recomienda concentrar los esfuerzos políticos y económicos en un solo proyecto
con desarrollo en la legislatura, la opción más viable es la terminación de la
red de Transmilenio, realizando troncales exclusivas en las principales
arterias de la ciudad.
Una vez
finalizado el Transmilenio los bogotanos tendrán un sistema de transporte
masivo, con gran movilidad y un costo reducido, generando así un modelo de
movilidad sostenible económicamente y con un requerimiento de inversión
razonable para las posibilidades reales de Bogotá.
Dinamizar el
urbanismo sostenible: las nuevas construcciones llevarán sistemas de
aprovechamiento de agua, reciclaje de agua, tratamiento de aguas negras, etc.
Esta propuesta
perjudicará claramente al ciudadano, puesto que la constructora incurrirá en
sobrecostos que los reflejará en el precio final de venta. Por otra parte, de
subvencionarlo el municipio se originarán sobrecostos no justificables para los
logros que se alcanzaría. En este sentido, Bogotá tiene otras prioridades.
Por último
destacar que en el programa político de Gustavo Petro la obtención de recursos y
el mejoramiento de finanzas se menciona de forma vaga y breve, en la siguiente
literalidad:
“Aplicaré la
política social gradualmente. La financiaré redistribuyendo la estructura del
gasto y eliminando los subsidios para quienes perciben altos ingresos. Mantendré
la dinámica de la inversión en el Distrito y la calificación de grado de inversión
que tiene la ciudad. Sin corrupción, las finanzas estarán saneadas y habrá más
espacio para la política social.”
Bogotá requiere
de un plan de disminución de gastos y aumento de ingresos para estabilizar las
finanzas y disminuir el déficit fiscal, de no realizar una política controlada,
Bogotá en la próxima década podría tener problemas de financiación y pago de
obligaciones.
CONCLUSIONES
Se aprecia una
política de plan de gobierno demasiado ambiciosa, claramente electoral,
económicamente inviable y con escasas posibilidades de gobierno. En este
sentido, se recomienda que se establezca un plan de gobierno real considerando
tres variables: necesidades de Bogotá, presupuesto comprometido y tiempo de
ejecución de las políticas.
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