La auditoria como control a la contabilidad creativa


Los planteamientos modernos sobre la empresa entienden que es una ficción legal que sirve de nexo contractual entre todos los agentes económicos interesados ​​en la marcha del negocio económico que se explota. Desde este punto de vista, la empresa no es más que una ficción jurídica, es decir, un ente creado de manera artificial por el derecho, para dar solución a los problemas que plantea la explotación de una actividad económica por varias personas físicas.[1]

La empresa no sólo aglutina los propietarios legítimos, sino que también incluye otros agentes interesados ​​en su funcionamiento, lo que se puede representar esquemáticamente de la siguiente manera

El vocablo auditoría es sinónimo de examinar, verificar, investigar, consultar, revisar, comprobar y obtener evidencias sobre informaciones, registros, procesos, circuitos, etc. Hoy en día, la palabra auditoría se relaciona con varios procesos de revisión o verificación que, aunque todos tienen en común el hecho de estar de una manera o de otros vinculados a la empresa, se pueden diferenciar en función de la finalidad económica inmediata que tienen. [2]

La visión de la auditoría, como garante la credibilidad de la información  corporativa, asume la responsabilidad del auditor, en especial en tres puntos:

Responsabilidad contractual, en los aspectos de la sociedad civil, penal, etc.

Responsabilidad profesional en el sentido de para hacer su trabajo en el campo normativa y técnica

Responsabilidad social


Ahora que ya se ha realizado un acercamiento al concepto de auditoría como actividad y se ha presentado una clasificación teniendo en cuenta diversos criterios, se pueden enumerar las características de  la auditoría financiera son las siguientes: [3]

Es una actividad profesional que tiene un carácter independiente.

Consiste en analizar, revisar y verificar documentos contables.

Contrasta unos datos respecto de un marco de referencia preestablecido y constituido por los principios y normas contables generalmente aceptados.
Tiene la finalidad de emitir un informe sobre el grado en que la información auditada expresa la imagen fiel de la entidad auditada.

Tiene trascendencia frente a terceros.

No tiene trascendencia ni la clase de entidad auditada (con ánimo de lucro o sin él) ni la forma jurídica de esta entidad.

Contribuye a reforzar la credibilidad de la información financiera.

La opinión del auditor, sin embargo, no constituye un seguro absoluta de fiabilidad, ya que se ha basado en pruebas selectivas.



[1] Estupiñán-Gaitán, Rodrigo Prácticas contables inadecuadas por ciclos transaccionales. Control interno y fraudes con base en los ciclos transaccionales: análisis del informe COSO. Colombia, Ecoe Ediciones (pp. 229- 237). (2002).
 
[2] Cordobés, M. y Molina, H. Algunas reflexiones sobre la contabilidad creativa. Revista Técnica Contable, febrero: 89-110. (2000)
 
[3] Estupiñán-Gaitán, Rodrigo Prácticas contables inadecuadas por ciclos transaccionales. Control interno y fraudes con base en los ciclos transaccionales: análisis del informe COSO. Colombia, Ecoe Ediciones (pp. 229- 237). (2002).

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