Las discusiones sobre la contabilidad creativa se han
centrado principalmente en el impacto que puede tener sobre las decisiones de los
inversores en el mercado de valores. Hay varias razones asociados a los
mercados de capital que pueden alentar a las empresas o sus gestores para manipular sus estados financieros.
La contabilidad creativa permite reflejar una tendencia, un crecimiento sostenido
en los ingresos, ayudar a mantener o sobrevalorar el precio de las acciones, retrasos en la llegada de buenas o malas noticias en el mercado, información
oculta sobre el papel o menoscabo de los ejecutivos, etc.[1]
Además
de la presión de los inversores, las causas fundamentales de la contabilidad creativa,
es la incapacidad de los órganos de control, tanto internos como externos, y la
flexibilidad de las normas contables. Los estudios presentados en la literatura
contable constan la existencia de prácticas creativas en virtud de la mayor
variedad de casos y situaciones, diferenciados principalmente en términos de
motivaciones que existen detrás de cada manipulación. Sin embargo, podemos
clasificar los factores que estimular la contabilidad creativa en tres grupos
principales, en función de los objetivos que persiguen: i) Para influir en los
estados de resultados; ii) requisitos contractuales; iii) intereses políticos y
sociales.[2]
[1] Estupiñán-Gaitán, Rodrigo Prácticas
contables inadecuadas por ciclos transaccionales. Control interno y fraudes con
base en los ciclos transaccionales: análisis del informe COSO. Colombia,
Ecoe Ediciones (pp. 229- 237). (2002).
[2] Cordobés, M. y Molina, H. Algunas
reflexiones sobre la contabilidad creativa. Revista Técnica Contable, febrero:
89-110. (2000)
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