Ahorro en Colombia


Se puede definir el ahorro como la diferencia entre el ingreso y los gastos, es decir, la cantidad de recursos que una familia es capaz de guardar y no gastar en un determinado tiempo, normalmente en un mes o año.

La importancia del ahorro es clave pues permite a las familias poder acceder a la compra de vehículos, vivienda, educación, etc., sin necesidad del sobre endeudamiento y el consiguiente colapso de la economía domestica. El ahorro ha sido ampliamente estudiado por los economistas, tratando de identificar las variables que provocan que las familias ahorren o no, y sobre todo, que impacto positivo o negativo tiene el ahorro domestico en el plano de la economía nacional. Como se puede observar el ahorro  domestico se centra en la microeconomía con un fuerte impacto en la microeconomía.


A continuación identificaremos las causas que propician a las familias a ahorrar, estas son:
 
Aumento de la precaución que el desempleo y la incertidumbre sobre el futuro generan. Los individuos ahorran, en general, para acumular un patrimonio que les sirva de colchón para mantener su nivel de vida en momentos imprevisibles (paro, enfermedad) o previsibles (vejez).

Para el grueso de las familias, ahorrar es prevenir. Y cuando, como por ejemplo, la situación actual y la futura se prevén complicadas, la respuesta es aumentar el ahorro.
 
Reducción de la riqueza familiar: las colocaciones financieras es hoy más baja que hace tres años. Como el motivo último del ahorro es la acumulación para la precaución (también aquí se podrían incluir las herencias, como una prevención intergeneracional), cuando los precios de los activos aumentan, la riqueza se incrementa de la misma manera como lo haría si las familias hubieran ahorrado, por lo que la necesidad de ahorro disminuye.
 
Un claro ejemplo es lo que pasó en España hasta el comienzo de la crisis, de modo que las familias españolas, se sitien más ricas y con unas expectativas de crecimiento de la renta al alza, redujeron intensamente el ahorro. Este pasó del entorno del 15% de la renta disponible al comienzo de la expansión (en 1995) al 10% escaso de 2007.
 
Además, y en un contexto de bajos tipos de interés y aumento de precio de los sus activos, los hogares españoles comenzaron a incrementar su inversión en activos físicos, básicamente en inmuebles. De esta manera,de unos valores que, históricamente, se habían situado en el entorno del 6% -8% de la renta familiar, se pasó al 15% mencionado.
 
Nivel educacional: economistas afirmar que el ahorro se debe incentivar mediante la educación financiera, en este sentido, las familias con niveles de educación básicos no presentan una cultura de ahorro, despreocupándose por esta faceta tan relevante para la economía domestica.
 
Sector inmobiliario y financiero: estos sectores históricamente han repercutido en el ahorro de las familias, debido a que si aumentan los precios de los bienes inmuebles existirán un mayor ahorro, de igual forma si los interés suben el ahorro será mayor, por las ganancias que conlleva ingresar los excedentes  al mercado financiero.
 
Ciclo de vida: Modigliani y Brumberg (1954), afirman que los hogares y las familias ahorran en función de su ciclo de vida, es decir, en etapas primeras el ahorro es negativo, para posteriormente pasar a un ciclo de ahorro positivo caracterizado por la etapa productiva, finalmente el ahorro es negativo que se enmarca en la época de jubilación del hogar o persona. Guttman P. (2007),
 
Bancarización: Se hace evidente que los países desarrollados cuentan con sistemas y estructuras financieras ampliamente consolidadas, que permiten a los individuos de forma generalizada acceder a los créditos, estos países se valen de la herramienta financiera para impulsar la economía, creación de empleo, y en general la confianza del consumidor.
 
No ocurre lo mismo en los Estados emergentes, que presentan sistemas financieros restrictivos que conceden créditos a las estratificaciones sociales más altas, mirando con desconfianza la gran mayoría de los individuos del país, esto es, los pobres. En tal sentido, esta política privada financiera, conlleva una lastre para el adecuado crecimiento de la economía a nivel macro y familiar, otra problemática presentada, es la cobertura, en este sentido, los bancos solo ofrecen cobertura a los nichos del mercado que a priori les interesa, presentándose una carencia de la misma en las zonas pobres, lo que a su vez dificultad el crecimiento de la zonas mencionadas.

De este modo, la diferencia entre el ahorro y la inversión física son recursos que quedan disponibles, y que los hogares dejan a disposición del resto de la economía, habitualmente a través del sistema financiero, que es donde se deposita esta diferencia. Y así las familias aumentan su patrimonio financiero (Depósitos, fondos de inversión, acciones, obligaciones...).  Históricamente, las familias de los países más avanzados, con la excepción de las de Estados Unidos y Gran Bretaña en la última expansión, prestan recursos al resto de la economía

Colombia no ha sido un estado históricamente ahorrativo por su propia estructura económica y social, en primer lugar, se debe considerar el nivel de pobreza de muchas familias (estratos 1, 2 y 3) de este modo, por el escaso nivel de ingresos, es complicado que estos hogares puedan ahorrar. Es decir, la renta per capita de nuestro país provoca que seamos un país con escaso ahorro. Según estudios realizados por el Banco de la República, tan solo el 17% de los colombianos tiene capacidad de ahorro, no teniendo bancarización el 47% de la población. (Banco de la República).
 
No es misterio el papel determinante que juega el sistema financiero en el desarrollo económico, más aun cuando se trata de economías emergentes en desarrollo como la colombiana, en donde el acceso a los servicios financieros ha sido comparativamente, más restringido a un número importante de agentes económicos.

Navajas et al (1998), describe de manera clara el panorama financiero de los hogares pobres. En general, los ingresos de estos hogares son bajos e irregulares derivados de actividades con esta misma naturaleza (por ejemplo, pueden ser pequeños agricultores con ingresos estacionales o jornaleros sin garantía de empleo). El patrimonio de estos hogares está más expuesto a choques que van desde eventos regulares del ciclo de vida como la muerte o el matrimonio hasta eventos inciertos como accidentes o enfermedades de alto costo o desastres naturales, los cuales afectan de manera significativa sus medios de subsistencia. 

Adicional a estos factores, la insuficiencia en la oferta de garantías reales y las asimetrías de información conlleva a que la banca tradicional tienda a racionar el crédito a estos individuos. desarrollaron un modelo de racionamiento del crédito en el que la tasa de interés juega un papel importante en el mercado, ya que afecta el riesgo del grupo de prestatarios, a través de los efectos de riesgo moral y situación adversa, por la primera, se entiende según Argandoña A. (1986), una situación en la que un individuo podría cambiar su comportamiento del que habría tenido si hubiera estado expuesto completamente a las consecuencias de sus acciones, es decir, dejar de pagar sus obligaciones crediticias.

De esta forma, la economía colombiana debe mejorar su estado de bancarización y renta per capital para mejorar los niveles de ahorro de los colombianos

Es verdad que, a más ahorro, menos consumo y, en el corto plazo, menos crecimiento. Pero no lo es menos que deben recuperarse niveles de deuda sostenibles en el medio y largo plazo. Y esto implica más ahorro. En especial, porque una parte no pequeña de éste se obtuvo del exterior. Y ahora los mercados nos presionan para su devolución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario