El control de los precios de
transferencia se vincula con los “[…]
lineamientos que van orientados a evitar, que por actos de naturaleza comercial
o contractual se provoquen efectos fiscales nocivos en el país donde se generan
las utilidades o perdidas en una actividad empresarial o de servicios”.
Colombia
es un país puramente tributarita, por tal motivo es importante que existan unos parámetros claros
para este tipo de transacciones que son comunes entre las empresas colombianas,
teniendo en cuenta que el objetivo de la administración tributaria es evitar
que esta figura sea utilizada para la evasión de impuestos y así mismo ayudar
a que las utilidades o perdidas sean
gravadas en el país donde se generan.
El
comercio internacional va a reconocer la siguiente definición “Precios de
Transferencia es la práctica de fijar el precio de los bienes y servicios que
se transfieren entre varios países para los efectos de trasladar (junto con el
bien o servicio) utilidades o pérdidas entre dos o más sociedades.”. (WEBGRAFIA, slideshare, 2011) Por otra parte,
los precios de transferencia se muestran como “el proceso de fijar y verificar
que los precios sobre las transferencias internacionales de la venta, licencia
o renta de los bienes o servicios entre las empresas relacionadas sean las que correspondan
al mercado nacional o internacional para
determinar las obligaciones fiscales.” (WEBGRAFIA, mbcmorison, 2011)
No
debe obviarse que lo que como país se persigue es una globalización de los
negocios, de ahí la necesidad del concepto de precios de transferencia y lo que
encierra desarrollar operaciones con compañías relacionadas, para la ejecución
de aquellos compromisos fiscales normados.
“La figura de los precios de
transferencia trata de impedir que las utilidades o pérdidas generadas en un
país sean trasladadas a otro por medio de operaciones ratificables, tales como
intereses, dividendos, regalías, etc., formas a través de las cuales los
contribuyentes buscan minimizar la carga tributaria remitiendo utilidades de un
país hacia otro. Lo que se busca con esta figura es evitar la manipulación de
las operaciones que a través de las tasas reducidas distorsionen la política
fiscal de los países que intervienen.” (GALVAÑ, 2003)
A partir de lo referido se ultima
que los precios de transferencia va a ser esa representación cuya encomienda es regular los provechos o
desventajas que en el ámbito fiscal se
refieren a actos comerciales con el exterior, evadiendo de este modo resultados
perjudiciales para el país y escapatoria fiscal, ofreciendo por respuesta un
apropiado pago para cada impuesto.
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